Homenaje a J. A. Durán: Un historiador pionero y free-lance

Agrarismo y movilización campesina en el País GallegoUnos cagan en lana y otros mean en lata, reza el expresivo dicho castellano que contrapone a quienes hacen, sin ruido, cosas de peso y no reciben por tanto el reconocimiento ajeno, de aquellos otros que adquieren fama con obras mediocres pero saben venderlas bien. José Antonio Durán, sin duda, fue de los primeros. Y un adelantado en su campo, un auténtico pionero solitario que, sin la ayuda de ninguna institución ni equipo universitario, se adelantó en años a la radical renovación académica de la historia contemporánea de Galicia que comenzó en los años ochenta, cuando él ya llevaba una década abriendo trochas en la espesa selva de la ignorancia casi total de nuestro pasado reciente. Y lo hacía solo, a base de un incansable trabajo individual en cuantos archivos, bibliotecas y hemerotecas potencialmente relevantes se cruzaban en su camino, hasta convertirse en el que probablemente fue el estudioso más documentado de nuestro gremio. Así pudo iniciar innumerables líneas de investigación que luego completaban otros, porque él, con su curiosidad insaciable, saltaba impaciente de una a otra en cuanto descubría un nuevo objeto interesante en su febril exploración de las huellas dejadas por personajes, movimientos sociales, acontecimientos o regímenes políticos. Con todo, en algunos casos, no se limitaba a desbrozar el campo sino que después lo cultivaba a fondo, dejando aportaciones que no serían superadas en décadas.

Historia e Lenda dos MuruaisUna descripción y análisis completos de los muy diversos palos que tocó a lo largo de medio siglo ocuparía un libro: anarquismo, socialismo, galleguismo, caciquismo, periodismo, ideólogos como Murguía, intelectuales como los Muruais, artistas comprometidos como Camilo Díaz Baliño y un largo etcétera. Aquí solo voy a destacar algunas obras que influyeron poderosamente, antes de conocerle personalmente, en mis primeros pasos como investigador de la Galicia del primer tercio del siglo XX. En primer lugar, sus libros de los años setenta sobre Castelao, los primeros hechos con rigor. En segundo lugar, su formidable estudio de 1976 sobre el agrarismo de la época de la Solidaridad Gallega, todavía insuperado. Y en tercer lugar, una pequeña monografía, incluida en una de sus Crónicas, sobre Antonio Losada Diéguez, hasta entonces totalmente olvidado tanto por los historiadores como por los nacionalistas de las generaciones posteriores. En una ocasión, Ramón Piñeiro me había hablado, al calor de su famosa mesa camilla, de la importancia de Losada dentro de las Irmandades da Fala pero fue el artículo de Durán el que me puso sobre la pista y el que me dio ocasión de ir a conocerlo personalmente en 1984 a Morata de Tajuña en compañía de nuestro común amigo, el malogrado Luis Losada Espinosa, hijo de Antonio. Y de aquel encuentro, a treinta kilómetros de Madrid, en la carretera de Valencia, nació el primer ciclo (en el Museo do Pobo Galego) que se le dedicó a Losada desde su fallecimiento en 1929, la edición de su obra completa, la dedicatoria del Día das Letras y los Premios Losada Diéguez. Y nació, también, una amistad y una colaboración que se mantuvieron ininterrumpidas, aunque con intermitencias, hasta su muerte.

Hemos perdido a un gran historiador, no por atípico menos grande.

 

HOMENAJE A JOSÉ ANTONIO DURÁN:

  1. Pablo Durán
  2. Mª de los Ángeles Tilve Jar
  3. Javier Munáiz
  4. Miguel Anxo Seixas Seoane
  5. Rafael Chacón Calvar
  6. Justo Beramendi
  7. Luís Cochón
  8. Rosario Álvarez